martes, 10 de julio de 2012

¡Nadie puede vivir siendo una escritora!

El título de este artículo lo escuché en cierta ocasión que estaba discutiendo el informe final de una jovencita que estaba muy interesada en descubrir sus intereses vocacionales, quien lo dijo fue una de las personas más significativas para un adolescente: su padre.

La actitud de este padre fue de rechazo durante la lectura y discusión del informe, a diferencia de la madre de la joven quien disfrutaba mucho de cada palabra que yo compartía con ellos. Recuerdo que esta mamá se sentía tan orgullosa al escuchar que en el informe de su hija se encontraban datos que demostraban que la joven casi es una chica pluriapta, es decir, buena en todo. La única aptitud que resultó un poco baja fue la relacionada con los números, al igual que la inteligencia lógica matemática.

Durante la discusión de los resultados tanto la joven como la madre estuvieron tranquilas, pero el padre se inquietó tanto porque las ciencias económicas no resultaron entre los intereses vocacionales de la joven, por lo cual se retiró de la mesa donde estábamos y se dirigió hacia la sala, comenzó a ver TV y escuchaba indirectamente lo que hablábamos, mamá, la joven y yo. Al ver esta situación la chica comenzó a llorar, y a sentirse muy mal con los resultados.

Tanto la madre como yo iniciamos una especie de terapia con ella, los intereses que predominaron en el caso particular que les comparto y que sé que es parte de muchas familias en nuestro país, no eran los que los padres esperaban; toda la familia se ha dedicado desde hace mucho tiempo al comercio, y como si eso fuera poco la hermana mayor de esta chica estaba finalizando la carrera de Ingeniería en Sistemas y sus padres le aperturaron un local en donde ella atienda cualquier necesidad de las personas en relación a esta área.

Los padres esperaban impacientes el informe pues, consideraban que su hija menos también incursionaría en la Administración de Empresas, y esta chica no deseaba saber nada de números o de procesos que involucraran operaciones matemáticas.

Cuando nos quedamos solas - su mamá y yo - con la joven hacíamos hincapié en las APTITUDES predominantes en ella, y que su mamá no dejaba de repetirle: -hija, yo me sentiría sumamente orgullosa de tí, si te convirtieras en una escritora!; -No cualquier persona puede ser una escritora!....

Pero la joven lloraba más y me decía: -¡Nadie puede vivir siendo una escritora!; -¿De qué voy a vivir siendo una bailarina?...

Y entonces la mamá le dijo: - hija, ya no te recuerdas que cuando estabas en tu infancia me pedías que te inscribiera en una escuela de danza? (y que por cierto tu padre no nos dejo)...

Durante la madre trataba de calmarla, yo también le aclaraba el panorama a la chica, pues los jóvenes deben reconocer algo clave: NO HAY CARRERA MÁS EXITOSA QUE OTRA, SINO PROFESIONALES QUE HACEN COMO NADIE SU TRABAJO. Eso deben entenderlo para no sentirse frustrados por sus intereses vocacionales.

Finalmente la historia que les comento terminó muy bien, pues al llegar a la puerta, ya para despedirnos, la joven me dijo: -Gracias Licenciada, en realidad me gustan dos de las carreras que se proponen en el informe...

Al escucharla la mamá, le dio un abrazo y se quedaron muy felices y la señora me dijo y le dijo a su hija: -Yo te voy a apoyar en lo que tú decidas!

Esta historia terminó muy bien porque al menos uno de los padres de familia estaba convencido que lo realmente importante al momento de seleccionar una carrera no solo es la cantidad de personas que optan por estudiar dicha área, pues quien hace la diferencia es la persona profesional, recordemos que futbolistas hay muchos, pero no hay dos: CR7, Messi, Iniesta, Bufon, Casillas, etc.

Si se tienen problemas de este tipo al elegir una carrera lo más conveniente es buscar ayuda profesional, como Psicólogos o Pedagogos que se dedican a la Orientación Educativa. En nuestro país le sugerimos buscar el apoyo de Grupo Pedagógico G&M.

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