viernes, 27 de enero de 2012

¿Qué encuentra un profesional después de su graduación en El Salvador?

Todos los que hemos logrado culminar una carrera de nivel superior sea del área que fuera, y en las modalidades que en nuestro país existen (Universidades, Instituto Especializado de Nivel Superior e Instituto Tecnológico de Nivel Superior) sabemos que debimos pasar por momentos poco agradables para llegar a ese gran día en donde nuestros padres y/o familiares más cercanos, amigos y conocidos nos felicitaron por nuestro gran triunfo.

Repasemos primero esos "momentos poco agradables" dentro de las instituciones de educación superior.

No es de extrañar que en las afueras de las universidades u otros centros de estudio superior florezcan negocios informales de comida rápida, llámese: tortas mexicanas, hamburguesas, hot dogs, pupusas, "choripanes", etc. Cada uno de estos negocios ofrece - haciendo honor a la sana competencia - con mucha preocupación, precios accesibles a sus clientes potenciales, que me imagino ya saben quienes son...
¡Exacto! son los jóvenes estudiantes de las IES, que deben desayunar, almorzar y a veces hasta cenar en alguno de estos lugares (pues en ocasiones estos bocadillos resultan más cómodos que la comida que venden en las cafeterías de estos centros de estudio).

¿Por qué hago mención de estos lugares, si lo que íbamos a tratar eran los momentos poco agradables?
Recuerdo mi época de estudiante universitaria, obligadamente debíamos comer en uno de los lugares de comida rápida en la calle porque nuestros docentes - en ocasiones todos - dejaban en los centros de fotocopias, documentos "un poco extensos", y debo recordar que estudié en la única universidad pública de El Salvador donde los estudiantes proveníamos de estratos sociales no tan favorecidos como en otras realidades de nuestro mismo país.

Aunado a los "folletos" o "separatas" sentíamos la preocupación de imprimir el o los trabajos asignados que en muchas de las veces no tenían una aplicación a nuestra formación académica, que por una nota debíamos presentarlo.
Sumemos a esta situación, el alquiler de equipo para la socialización de nuestro trabajo...
... si hacíamos números nos venía quedando como dos dólares para el almuerzo, había que economizar...

Otro momento poco agradable eran las humillaciones de algunos docentes que les llenaba de orgullo y a nosotros los estudiantes de muchos complejos y temores.

Finalizamos la carrera y con ello el trabajo de grado que se vuelve un verdadero dolor de cabeza por la poca cultura de investigación "científica" que existe en nuestro país. Instituciones que no aportan a este proceso se vuelven un gran obstáculo para obtener un título. Asesores que no hacen correctamente su trabajo también se vuelven un obstáculo grande. Y también los patrones -si es que ya se trabaja cuando se está haciendo el trabajo de grado- que no les agrada otorgar permisos para estas actividades.

Si toda esa parte resulta difícil, lo que sigue le coloca "la guinda al pastel". Te gradúas y todo es felicidad y fiesta, comienzas a llevar tu hoja de vida a diversas instituciones y las respuestas son:
- No tiene experiencia
- Es demasiado joven
- No ha madurado aún lo suficiente
Pero, por supuesto, SEÑORES es OBVIO que no contamos con experiencia alguna porque no se nos ha dado aún la oportunidad, logramos culminar nuestra carrera algunos, demasiado jóvenes, quizá sea porque nuestros padres no querían que estuviéramos perdiendo el tiempo en la casa o en la calle...

Resumiendo:
Lo que encontramos los profesionales al finalizar nuestra carrera es: egoísmo de la gente que tiene más años de trabajar que nosotros, porque bien lo decía mi mentor y maestro MsD. Óscar Wuilman Herrera Ramos, no es lo mismo tener años de trabajo que años de experiencia.
Encontramos también envidia de quienes se siente débiles frente a la energía y buenas proposiciones de los "nuevos profesionales".
Y también podemos encontrar pocas personas - pero creánme que las hay - que desean que personas jóvenes y con conocimientos frescos, formen parte de su staff.

Es una lástima que nuestro sistema educativo no forme en emprendedurismo y así no tener que pasar por más momentos difíciles cuando se ha finalizado una carrera; sino que por el contrario ser generadores de nuestro propio empleo. Pero si el gobierno no lo hace, hay que armarse de valor y ser un luchador en esta selva, donde sobrevive el más fuerte - como diría C. Darwin -.

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