lunes, 10 de diciembre de 2012

Ejes Transversales y su Concreción en el Aula

A continuación comparto el material de lectura preparado, por mí en el marco del Primer Encuentro Pedagógico Cultural de Docentes 2012 "Educándonos con Alegría", La Laguna, Chalatenango.


Por: Johana Mejía

La escuela desde sus inicios ha demostrado ser una especie de “espejo” donde se perciben a pequeña escala los conflictos sociales presentes en toda la sociedad. Por tanto, se vuelve importante que esta institución tome conciencia de esos conflictos (tanto propios, como del contexto que le rodea); y proporcione respuestas colectivas y a través de un proceso de consenso. Sociológicamente hablando se debe reflexionar sobre la colectividad vs. la individualidad. Es decir, pensar en resolver los problemas generados por el conflicto ético, tratando de dar respuestas y alternativas de mejora a ciertas actitudes, mentalidades y comportamientos de los individuos, para que en un mediano y largo plazo, la sociedad a la que pertenece no sufra de conductas desviadas o antisociales.

Por ello, se pensó en   los ejes transversales. A los cuales es necesario definir, entendiéndolos como contenidos de enseñanza y aprendizaje, pero que no están directamente en ningún área específica del currículum. Tampoco deben ser vistos como parte de etapas educativas o relacionados con alguna edad en concreto. Estos contenidos surgen por la necesidad de:
Ø     Reactualizar el discurso del conocimiento a través de la integralidad (globalizante e interdisciplinar) y
Ø     Replantear la educación ética- moral- humanística.

Ejes transversales y su carácter globalizante

Los Temas Transversales son cinco: Educación para la Salud, Educación para la Igualdad de Oportunidades de ambos sexos, Educación para el Consumidor, Educación Ambiental y Educación Moral y para la Paz.

Siendo la educación ética la raíz, la fuente que nutre, el lugar de encuentro y confluencia de todos los Temas Transversales. El fin último de todos y cada uno de ellos comparte horizontes comunes con un principio básico de educación ética: el respeto, preocupación y mejora de uno mismo, del entomo físico y de los demás. Hablar por tanto de ecuación ética es hablar de temas transversales y a la inversa. Hablar de objetivos de la educación ética es hablar de unos objetivos que son comunes al resto de los temas transversales y que constituyen la base, los cimientos de los objetivos específicos de cada uno de ellos[*].

En palabras de Fernando Lucini: “la educación ética, en el contexto de una sociedad pluralista y democrática, debe ser una educación inspirada en lo que podríamos llamar los valores básico para la vida y para la convivencia”, la ética y la educación deben ir de la mano para lograr el desarrollo integral del ser humano que pregonan las disposiciones constituciones y cuerpos de ley como la Ley de Protección Integral de Niñez y la Adolescencia (LEPINA), en el marco de una realidad social problemática envuelta en profundas confusiones en aspectos morales que desde los primeros años retan a los estudiantes dentro y fuera de los Centros Educativos.

Si las problemáticas y confusiones afectan las diversas dimensiones del ser humano, de los estudiantes particularmente, la educación debe dar respuestas integrales dotando no solo de herramientas conceptuales sino desarrollando los restantes tres pilares: hacer, ser y convivir.

Los ejes transversales deben considerarse esa base moral sobre la cual los actores educativos deben apoyarse, diseñar y promover acciones conducentes al cultivo de valores y actitudes básicas para una convivencia más democrática, que ayude al estudiante a comprender y respetar la individualidad y colectividad, las tradiciones y los avances tecnológicos, entre otros.

Existe un carácter transversal e interdisciplinario a lo largo del sistema educativo y de la vida mismo incluso, la educación y particularmente la educación ética no debe reducirse a la enseñanza de una asignatura, ni mucho menos delimitarse a los tiempos u horarios lectivos, debe considerarse una enseñanza en valores y actitudes morales que trascienden todo tipo de barreras a través de la práctica, de la cotidianidad, en el contexto de las situaciones de la vida de las personas. En otras palabras, la vida dentro y fuera de la escuela, son los escenarios ideales para la promoción y cultivo de prácticas éticas, siendo los ejes transversales un nexo interdisciplinario y globalizante en relación dialéctica entre los centros escolares y el contexto social, la comunidad educativa amplia.

En los Centros Escolares, los ejes transversales interrelacionan las diferentes áreas o asignaturas, que se impartirán a lo largo de todos los ciclos del nivel básico impregnando y replanteando la práctica pedagógica. Por tanto, todo el cuerpo docente debe asumir la corresponsabilidad en el esfuerzo por vivenciarlos en el proceso de enseñanza aprendizaje.


Educación ética y transversalidad y la concreción en el currículo nacional

El carácter transversal e interdisciplinario de la educación ética se concreta en el currículum en tres dimensiones que se interrelacionan mutuamente:
1.      En la toma de decisiones consensuadas, sobre el sistema de valores en los que el Centro ejercerá su social, lo cual guiará a los protagonistas por un proceso de reflexión, diálogo, definición, acuerdo y compromiso que se hace explícito en el Proyecto Educativo Institucional y Proyecto Curricular de Centro.
2.      Adecuación del reglamento de organización y funcionamiento, conforme a los valores en los que se va a educar en el Centro Escolar. Dichos lineamientos deben ser consecuentes con los valores que se han considerado básicos para la convivencia.
3.      incorporación de valores dentro de los proyectos curriculares en una doble y complementaria presencia: dentro de los contenidos de las asignaturas (en las perspectivas Actitudinales), enseñanza de temas transversales en contexto de la realidad.


Ejes transversales y el Proyecto Curricular de Centro

La comunidad escolar en su proyecto educativo debe determinar el sentido que da a la educación de su centro y cuales son las líneas prioritarias.

Obliga a plantear con claridad qué propósitos educativos pretendemos y qué organización de centro vamos a defender para conseguirlo.

Los propósitos educativos requieren concretar finalidades, clarificar las intenciones, el estilo educativo propio. Definir las serias de identidad de un centro a partir de la transversalidad supone incorporar proyectos ideales de comportamiento, análisis de problemas y conflictos del mundo actual.

La transversalidad introduce la educación en valores imprescindibles para conseguir comportamientos democráticos y pluralistas.

Reflexionando sobre la totalidad de estos contenidos y el hilo conductor que los une, establecemos una propuesta de valores comunes que sustentan la convivencia democrática y que pueden servir de guía para definir las serias de identidad de un centro educativo desde la transversalidad.

La transversalidad es una nueva forma de entender los valores a desarrollar en la sociedad, supone la introducción de aspectos de la vida cotidiana en el currículum escolar, con el objetivo de conocer, sensibilizar y mejorar.

La toma de decisiones consensuadas por toda la comunidad educativa, sobre el sistema de valores en los que el centro va a educar supone un proceso de reflexión, diálogo, consenso altamente formativo para todos los participantes.

Al definir los principios educativos del proyecto, se prioriza lo que es esencial para profesores, padres y alumnos (valores, metodología, hábitos de convivencia, relaciones con el entorno, actitudes preferentes...).

Establecer las prioridades educativas requiere análisis del contexto escolar que permitirá descubrir problemas y conectar la escuela con la vida.

A partir de estos debates y discusiones todos tendremos que explicar nuestra idea sobre solidaridad, libertad, participación, respeto... en definitiva dialogar sobre el tipo de educación que vamos a desarrollar en el centro con la aprobación de todos los representantes de la Comunidad escolar y con la pretensión de lograr identidad educativa contextualizada y propia.

El Proyecto Educativo reflejará convencimientos, saberes y habilidades que pretendemos desarrollar, conectados con problemas del mundo moderno.

El Centro a través de la transversalidad se compromete con muchas situaciones de ellas enumeramos: la lucha contra la injusticia, la discriminación, la intolerancia, la desigualdad, la violencia y el despilfarro.
Para alcanzar todas las finalidades educativas, es necesario plantear qué organización es la más adecuada y repartir responsabilidades y tareas que dinamicen el buen funcionamiento del centro.

El Proyecto curricular elaborado por la totalidad de maestras y maestros de primaria, junto con los demás especialistas del centro requiere un planteamiento conjunto y desarrolla las propuestas y finalidades del Proyecto Educativo.

En los proyectos curriculares, el profesorado debe adecuar los objetivos de etapa, ciclo y áreas subrayando las capacidades a desarrollar relacionadas con los temas transversales y los valores priorizados en el proyecto educativo.

Los objetivos generales de etapa recogerán las exigencias que estos temas plantean. A modo de orientación introducimos algunas sugerencias que deberían aparecer en la concreción de objetivos de etapa y área y que no pueden estar ausentes de la redacción final: capacidad de elegir, escuchar, expresar, argumentar, opinar, discutir, ceder, responsabilizarse, contribuir, cooperar, compartir, mejorar, respetar, solidarizarse...

Una adecuada consideración de la transversalidad facilita la orientación educativa de la totalidad de áreas curriculares, ya que aporta sugerencias claves para su tratamiento. La aceptación global de la transversalidad por todo el equipo de primaria permite comprobar que los objetivos educativos de las áreas también se logran a partir de la transversalidad.

El alumnado necesita nuevas claves de lectura para que la enseñanza tenga en cuenta las preocupaciones más acuciantes de nuestra sociedad y fomentemos en estas generaciones actitudes solidarias que mejoren la convivencia.

Es imprescindible buscar iniciativas didácticas de carácter crítico que se orienten al estudio global de problemas sociales.

La organización de contenidos curriculares tendrá como eje prioritario el estudio de problemas sociales que afectan a la humanidad.

Asignaturas de las áreas curriculares vs. Ejes transversales en el aula

Es importante evitar el desgaste mental o emocional al sermonear sobre valores si éstos no son objeto de aprendizaje, por tal razón es de vital importancia planificar unidades didácticas en las que se trabajen explícitamente, abordando de manera sistemática temas transversales

Se cita a continuación tres opciones posibles de abordar estos contenidos:
A.     Unidades didácticas organizadas en torno a un tema de carácter general, que obedecen en muchos casos a contenidos que se han abordado siempre (cuerpo humano, los seres vivos, etc) y en el que se incorpora la perspectiva de lo transversal.
B.     Unidades didácticas articuladas en torno a un contenido transversal. Sería el caso de programar por ejemplo: una unidad en torno a la educación para la paz que podría obedecer a distintos temas: ¿por qué las personas discriminadas casi siempre son pobres? ¿hay razas superiores a otras? De modo que se pondría en relación el prejuicio con la causa que lo ha originado, dotando a los alumnos de instrumentos para poder reflexionar y formular juicios críticos desde argumentos basados en hechos contrastados.
C.     Programar los contenidos propios de un área en torno a un tema transversal. Se podría organizar, en todo o en parte, los contenidos del medio en torno a la educación para la igualdad de oportunidades, programando unidades didácticas que abordasen los contenidos propios del área desde una perspectiva coeducativa, muy ligada no solo la respeto y valoración de la diversidad, sino a alcanzar una interdependencia enriquecedora basada en el reconocimiento de todas las personas.

Ejes transversales en la programación del aula

La inclusión de estos problemas en la vida del aula cambia el enunciado de temas, el tratamiento y desarrollo de la programación. Estudiar situaciones conflictivas conduce a que el alumnado en general esté más motivado.

Estos temas se convierten en ejes vertebradores de la educación de los centros escolares porque a través de su tratamiento podemos intervenir de forma intencional en la defensa de derechos individuales y valores sociales. Sus contenidos hacen que recordemos nuestra responsabilidad directa en el desarrollo de comportamientos y actitudes de la infancia y la juventud.

Los nuevos temas son núcleos de interés. Sugerimos enunciados de temas de actualidad que deberían estar presentes en las programaciones de primaria con la tarea de que de cada equipo decida cómo introducirlos, y qué relaciones tendrán con las áreas y actividades complementarias que se consideren oportunas.
Sugerimos la presencia de temas o programaciones que estudien: Relaciones afectivas, ocio y diversión, contaminación, reciclaje, cambios climáticos, capital, trabajo, paro, desastres, conflictos mundiales, enfermedad, formas de vida, trabajo doméstico, inmigración, desigualdad, intolerancia, pobreza, dependencia económica, recursos energéticos, etc.

Su tratamiento nos permitirá desarrollar conceptos, procedimientos y actitudes en consonancia con la globalidad educativa que perseguimos y lograr sensibilizar sobre cuestiones pendientes de solucionar en nuestra cultura contemporánea.

El trabajo en el aula requiere conocer y estudiar los conocimientos previos que el alumnado tiene sobre estos temas. La observación sistemática permitirá detectar actitudes de nuestro alumnado en el patio, clase, lugares comunes, para comprobar qué hábitos están más desarrollados y conocer si existen comportamientos sexistas, racistas o insolidarizo. Resulta útil que el alumnado se autoevalúe para favorecer la reflexión sobre sus comportamientos.

Proponemos planificar pequeñas acciones y hábitos compartidos por todo el equipo de etapa que conduzcan a cambios más globales. Situaciones escolares en las que alumnos y alumnas se sientan agredidos requieren una explicitación colectivas y conducirán a que entre todos y todas modifiquemos comportamientos que repercuten en nuestra convivencia.

Si desde el primer ciclo cuidamos pequeños detalles que ayuden a ser solidarios con compañeros, personal de limpieza, objetos y material colectivo podremos obtener mejores resultados al finalizar la etapa.

Necesitamos reflexionar sobre cómo ayudar al alumnado a ubicarse frente al consumo, el egoísmo, la solidaridad. Cada grupo de ciclo deberá buscar creativamente actividades que conduzcan a implicaciones personales.

Otras actividades como intercambios escolares, programas, en colaboración con otros centros, correspondencia escolar, campañas de sensibilización, hermanamientos... permiten acercar afectivamente a las aulas otras realidades y culturas.

El análisis de materiales curriculares permite descubrir que actividades fomentan la participación, evitan el sexismo, racismo etc.

En las decisiones sobre evaluación aparecen grandes cambios en relación a cómo evaluar y quienes evalúan. Una educación presidida por planteamientos de negociación y diálogo requiere la participación práctica de todos los implicados en el proceso de evaluación.

La evaluación es un diálogo[‡] que incluye obligatoriamente la evaluación de actitudes y la continua revisión de los objetivos que pretendemos.

¿Cómo evaluar? Con técnicas variadas que suponen seguimiento y observación sistemática de comportamientos y situaciones. La elaboración de fichas de seguimiento, escalas, y la costumbre de introducir registros de anécdotas, autoevaluaciones, grabaciones permite junto a producciones de alumnos realizar un seguimiento pormenorizado que nos permitirá comprender mejor las dinámicas infantiles y escolares.

La tarea no es fácil, sobre todo porque en la enseñanza en general, prevalecen modelos centrados en las disciplinas, pero si aprovechamos esta oportunidad para crear una escuela nueva en la que sea una constante el tratamiento de un amplio abanico de temáticas que se apartan del cuerpo de las disciplinas académicas, pero que forman parte esencial de la educación y la socialización de las personas, lograremos una escuela pública vertebrada con la sociedad articulando a través de los temas transversales un proyecto humanizador, una estructura de interrelaciones enriquecedora, favorecidas por una concepción amplia y transescolar de la transversalidad.

La metodología de trabajo en relación a los temas transversales exige una actitud abierta, flexible y reflexiva que conduce a la búsqueda de estrategias apropiadas a cada situación.

El tratamiento de estos temas implica una fuerte actividad del alumnado, en la que los estudiantes son actores y no receptores pasivos. Como medida general consideramos que la investigación se convierte en principio didáctico preferente ya que organiza los contenidos partiendo de problemas. Los pasos conocidos para el tratamiento de estos temas pueden ser:

• Descubrimiento de un problema.
• Búsqueda de información y recogida de datos.
• Análisis crítico.
• Conclusiones e información de resultados.

Este proceso permite la actividad, participación, trabajo en grupo y toma de decisiones de todo el alumnado.

Se recomienda la búsqueda de ejes o núcleos de contenido que permitan el tratamiento globalizado, el desarrollo de proyectos globales o planes de trabajo que abarquen diferentes temas y guíen el desarrollo total.

Otras estrategias conocidas para el tratamiento de estos temas y que suponen enfoques socio afectivos, suscitan sentimientos acordes con los valores a desarrollar y que implican personalmente al alumnado son:

Discusión de dilemas (historias que plantean disyuntivas); Juegos cooperativos, simulaciones, representación de situaciones reales, juegos de rol, juegos no competitivos, resolución de conflictos, estudios de casos, análisis, reflexión y diálogo de historias, fotografías, películas, canciones, noticias...

Esta metodología requiere un clima de relaciones agradable en el que el alumnado podrá vivenciar en la práctica diaria las ventajas de la interacción, el respeto a la diferencia, y la alegría que produce la cordialidad.


Fuentes:

Dolz Romero, Dolores y Pérez Esteve, Pilar. Cuadernos de Pedagogía. “Los transversales, ¿Otra educación?”, educación ética y transversalidad. Julio – agosto 1994. N° 227. Pág. 19-20
 
[*] Revista Interuniversitario de Formación del Profesorado, N° 27, septiembre – diciembre 1996, Vicerrectoría de Investigación, Universidad de Zaragoza.

[†] Lucini, Fernando. Cuadernos de Pedagogía. “Los transversales, ¿Otra educación?”, educación ética y transversalidad. Julio – agosto 1994. N° 227. Pág. 11

[‡] RODRIGUEZ ROJO, M. (1996): "Transversalidad y democracia en el proyecto europeo". Rev. de Educación, n2 309, 95-126.

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